miércoles, 28 de julio de 2010

Advierten que Perú podría ser igual a México si no enfrenta narcotráfico





Ideeleradio.- El Perú podría convertirse en un estado mexicano si no se reconoce  que el problema de la delincuencia es grave y que existe un crecimiento importante del narcotráfico en el país, advirtió Lucía Dammert, socióloga y directora del programa de Seguridad Ciudadana de FLACSO Chile.

“Hace diez años atrás en México nadie decía que el problema de la delincuencia era grave. Nadie reconocía este problema. De hecho cuando se regresa a la democracia y gana Vicente Fox en México, después de 70 años del PRI, el tema de la delincuencia no aparecía y eso hay que aprender en el Perú. Si bien es cierto, el tema de la delincuencia no es el principal problema que nos aqueja, pero hay una penetración y un crecimiento del narcotráfico importante”, aseveró en el programa “No Hay Derecho” de Ideeleradio.
“Lo que pasa en México es que hoy las instituciones ya están penetradas por el tráfico [de drogas], que la lucha se convierte entre el Estado y los cárteles, pero además entre los diferentes cárteles donde la ciudadanía termina arrinconada. Hay que hacer los cambios y fortalecer las instituciones [en el país]”, agregó.
La especialista en temas de seguridad refirió que en muchos países, como en México, las fuerzas policiales municipales han sido penetradas por el tráfico de drogas y que por tal motivo, estos se han orientado a las fuerzas paralelas como las militares. No obstante, aclaró que no están formados para prevenir y combatir el delito.
“Las policías municipales sin capacidad institucional se convierten en un coladero donde el tráfico [de drogas] puede tener al ministro, al jefe de la PNP porque son policías muy fáciles y permeables. En ese sentido, se ha sacado a los militares, pero el nivel de definición de cuándo van a regresar a sus cuarteles no está claro. Hoy los militares están dando la guerra contra el tráfico en las calles, lo cual no es apropiado. Los militares no están formados para prevenir y combatir el delito sino para matar al enemigo”, sostuvo.

Comentó que el uso de la fuerza es monopolio del Estado y que los privados pueden colaborar en esta tarea, sin que se olvide que la principal meta de este sector “es vender” seguridad.
En tal sentido, sostuvo que de manera equivocada se recurre a la privatización de la seguridad. “Los privados pueden colaborar, pero una industria de seguridad tiene como principal meta vender y para ello hay que crear inseguridad. Hay que tener un Estado muy fuerte que pueda regular una industria que su objetivo es vender alarmas, rejas, etc”, mencionó.
De otro lado, resaltó el papel que cumple el serenazgo y su papel disuasivo, pero advirtió que no debe convertirse en una policía paralela. Mencionó que tiene capacidad de resolución de conflictos entre vecinos, aunque en algunos casos podría existir un problema de rivalidad en relación a las competencias de la Policía.
“El serenazgo puede tener un rol importante frente al típico problema entre dos vecinos por el audio de la música o por el espacio público que se utiliza o por el enrejamiento de espacios comunes. Ahora si el serenazgo se convierte en una PNP paralela que el único objetivo es controlar la delincuencia, ahí tienes un problema porque la gente va a empezar a [tener] situaciones paralelas”, declaró.
“Quien tiene la labor de resolver el problema y controlar la delincuencia es la PNP. Incluso el serenazgo puede tener problemas de rivalidad con la PNP del sector y, finalmente, la PNP puede desmantelar todo el trabajo en términos de control”, añadió.
En otro momento, sostuvo que el gobierno local tiene también un rol clave en la prevención y control de la delincuencia, identificando dónde están presentan estos problemas, así como el de coordinar administrativamente con las instituciones policiales. Dijo que observa debilidad respecto a los procesos de reforma de la institución policial, la cual ha visto limitada su rol frente al tema de la delincuencia.
Relató que la mano dura para luchar contra la delincuencia no funciona y que esto ha sido demostrado en países centroamericanos donde al final se tuvo que recurrir a políticas intermedias. Sin embargo, manifestó que es una retórica a la que recurren los políticos. “Uno puede aprender que bajarle la imputabilidad penal y meter a los jóvenes con diversas capacidades, presos, no es la solución”, aseveró.

Candidatos, populismo y temas de seguridad 

De otro lado, lamentó que exista populismo en las propuestas electorales sobre el tema de seguridad ciudadana y recordó que este hecho es común entre los candidatos y los medios se prestan para ello.
“El populismo penal, como le llaman, se ha instalado en la región porque la política se ha convertido en un hecho de cuña mediática y tú no puedes resolver el tema de la delincuencia en 30 segundos. Lamentablemente, este es un hecho común. Lo que sucede es que los medios han obligado y han generado una relación con la política bastante dañina”, estimó.
“Los medios han obligado y han generado una relación con la política bastante dañina. El tema de la seguridad se ha convertido no en un problema de política pública, sino electoral. La gente se pone creativa y como la ciudadanía está atemorizada, quiere mano dura y por ello, se dice leyes más fuertes, más policías, más rejas, aumentar los castigos. Hay una serie de mitologías de cosas que ya han sido probadas que no funcionan”, indicó.
Lucía Dammert, presentará el libro “Violencia e Inseguridad Ciudadana en las Américas’ en el Centro Cultural de la Universidad Católica, el jueves 21 de julio a las 8 de la noche.


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