domingo, 21 de noviembre de 2010

Ayer me robaron en Providencia... Algunas lecciones importantes

Anoche, en plena avenida Providencia me robaron el celular. En ese mismo instante  partió mi agenda, los contactos, el twitter y sin duda la forma como uno se  mantiene conectado. No ha sido un robo violento, no hay heridos y no pretendo abrir una asociación de víctimas pero esta experiencia sin duda deja lecciones que es bueno compartir para tratar de evitar otros incidentes similares. 
Primero, el sistema de ingreso para los estacionamientos de Guardia Vieja en Providencia son una invitación para el asalto. La falta de un espacio de seguridad previo al ingreso y el tiempo que se debe tomar el cliente en utilizar una sofisticada máquina lectora son malos elementos protectores. Por el contrario.  Si el citado estacionamiento tiene sistema de cámaras de vigilancia, en este caso no sirvieron o los encargados estaban más interesados viendo a la selección.  Tampoco hay mecanismos de alarma o comunicación con algún tipo de apoyo ante la eventualidad de una victimización.


Segundo, ocurrido el delito corrí tras el celular (y el delincuente que se lo llevaba) y ante mis llamados de auxilio diversos ciudadanos trataron de colaborar en la persecución ciudadana. Debo agradecer a todos los que corrieron por tratar que las cosas se hagan bien y que posteriormente me acompañaron en la impotencia.  Claro que junto con ellos, corrían otros varios que eran apoyos del delincuente y que nos amedrentaron para no seguir en nuestra búsqueda. Por ende, este es un robo organizado de un grupo de jóvenes hombres localizados en calles estratégicas de Providencia (entre Lyon y Pedro de Valdivia).  Sin duda no debo ser la primera, la única y lamentablemente tampoco la última víctima. Situación que lleva a alertar a la población que utiliza los estacionamientos de la comuna en la noche. 
Tercero, luego de ver a los delincuentes mirándonos desde el otro lado de la vereda se tornó evidente que se requería de la fuerza pública o algún servicio que pudiera apoyarnos en esta situación. Lamentablemente en ese momento no había ningún carabinero en el vecindario, ni auto de seguridad comunal, ni vigilancia privada. Nada.  Para eso está el 133 pensé, en el tercer intento por comunicarme sin resultado quedó claro que tal vez el partido de futbol estaba muy interesante o muy probablemente las capacidades reales del centro de llamadas son escasas para enfrentar el volumen que recibe.  Tal vez es momento importante para pensar si en vez de tener cada día más alternativas de llamados, lo que se requiere es un número único (al estilo 911 de los Estados Unidos) con capacidad real operativa para responder los llamados de urgencia.
Finalmente, esta experiencia muestra que como víctimas a veces podemos aportar para evitar la repetición de los hechos, agradecer por todos aquellos que apoyaron la búsqueda de respuesta y alertar por la carencia de vigilancia y respuesta rápida frente a situaciones que podrían haber sido realmente graves. No es necesario contratar a ningún gurú de la seguridad mundial para darse cuenta que en este caso se pueden evitar muchos delitos con medidas simples y coordinadas.

1 comentario:

  1. Hace 2 años en EEUU, un oficinista se quedó encerrado en un ascensor el dia viernes en la tarde hasta la mañana del lunes. Gritó, pateó, lloró y hasta prendió fuego con unos fosforos que tenía. Y el edificio tenía camaras, circuito cerrado de seguridad y guardias 24/7. Ninguna tecnología funciona sin el factor humano, y la seguridad es donde más se nota...

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